Había una vez una gallina española que estaba empollando sus huevos, de pronto empezaron a brotar los pollitos, pero hubo uno que no brotó, por lo que la gallina decidió quedarse mas tiempo en el nido hasta que se llegó el día en que el pollito nació. pero era un ave muy extraña pues solo tenía un ojito, una alita, una patita, es decir, solo tenía la mitad del cuerpo, por lo que su madre decidió llamarlo "medio pollito".